La semana pasada te escribí acerca del último de los tres grandes problemas que los empresarios a quienes entrevisté, mencionaron. Y esta es la FORMA DE PENSAR. Y te decía que proviene de muchas vertientes: miedos, incertidumbres, alto índice de estrés derivados de la pandemia, pero también un gran choque de mentalidades (la llamada “brecha generacional”) y cambios en los valores, así como a paradigmas ultra arraigados y que no nos dejan espacio al cambio, y esto genera mal clima laboral, que las metas no se alcancen, pérdidas, y un largo etcétera.
El día de hoy te quiero compartir que, contrario a lo que todo mundo piensa, QUE ESTO SUCEDA NO ES TU CULPA. Y te digo que todo mundo lo piensa porque fíjate, hay un banner en redes sociales que circula mucho y que dice algo así como que “un empleado no renuncia a un empleo, renuncia a un mal jefe y a un elevado costo emocional”. ¡Yo misma lo utilicé en muchas oportunidades! En conferencias, en cursos, en talleres… pero ¿sabes algo? Segurísima estoy que ningún jefe en este planeta (o bueno, hay sus raras excepciones) se levanta por las mañanas pensando “¿cómo le hago para joderle la vida a mis colaboradores el día de hoy?”. Nadie. Nunca. Ninguno. Pero entonces, ¿qué sucede?
Simplemente sucede que no cuentan con las herramientas para ser jefes. Si tu me sigues en redes sociales (búscame como @adrianaalanismentora) sabrás que utilizo mucho la metáfora de un pastelero. Imagina una persona experta en hacer pasteles. Es buenísimo haciendo pasteles, le salen super ricos y los decora increíble. Bueno pues esa persona ve la oportunidad de hacer negocio con su habilidad y pone una pastelería. Al inicio él hace los pasteles, pero también compra los ingredientes, y también levanta los pedidos y los entrega y los cobra y paga las facturas y maneja las redes sociales y barre y trapea y… ¡uf! Es el inicio de un negocio y él, al principio, es el todólogo (y por supuesto, el empleado del mes).
Pero si todo sale bien, el negocio va a ir creciendo y va a requerir, poco a poco, de hacerse de un equipo de trabajo. Pero (y aquí es donde se empieza a poner bueno esto), ¿qué es lo que sabe hacer el pastelero? ¡¡¡Pues pasteles!!! Él es experto en la operación, es buenísimo en hacerlos y decorarlos y cotizarlos y así… pero quizá (y solo quizá) no tenga las habilidades, destrezas y herramientas necesarias para poder gestionar a un equipo de trabajo. Y entonces él, no es que sea mal jefe, simplemente que no cuenta con esos skills de gestión de personal. Ahora traslada esto a un médico, o un psicólogo, o un ingeniero, o un diseñador de modas, o un ejecutivo de ventas recientemente ascendido a jefe de departamento… ¿ya te empiezas a dar cuenta?
La semana pasada te escribí sobre romper paradigmas y cambiar esos pensamientos que ya antes funcionaban, pero ahora nos están deteniendo. Y ¿sabes algo? Esta idea de que el jefe, o el dueño del negocio, debe ser el más sabio, el más fregón, el que todo lo sabe y todo lo puede, es ALTAMENTE DAÑINA, tanto para la empresa como para la salud física y emocional de ese empresario. Se vale pedir ayuda. Se vale decir “bueno, yo soy un excelente pastelero, pero no sé cómo hacer que mi equipo de trabajo sea excelente, requiero que me enseñen”. Cuando estaba en el grupo de autoayuda me decían que es de valientes pedir ayuda. Porque solo los valientes reconocen sus puntos débiles y, con valor, los encaran y trabajan en ellos.
Soy fan de los emprendedores, soy fan de los empresarios, y quiero ayudarlos a darle mayor estabilidad a sus empresas, enseñándolos a apalancarse de sus colaboradores y convirtiendo su liderazgo en su arma secreta. Y esto lo haré a través del DESAFÍO MCD que arranca el día de hoy, 18 de abril, de manera gratuita a través de un grupo privado de Telegram. 5 días, 5 reflexiones, 5 retos. ¡Unete totalmente gratis aquí!
SOBRE LA AUTORA: Adriana Alanis es coach, formadora, entrenadora y mentora de empresarios. Autora del libro DE JEFE A LIDER COACH y creadora de la Agenda del Líder Disruptivo. Profesora universitaria con más de 20 años de servicio y vicepresidenta COPARMEX Hidalgo, Premio Nacional a la Mujer 2020 y Galardón Forjadores de México 2021.
Texto publicado en la revista Digital BALAM MAYA leelo aquí
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