Hoy es 7 de febrero, es una fecha muy especial para mí porque estoy cumpliendo 9 años de vivir con mi pareja. 9 años de luna de miel. Pero ¿sabes? Mi realidad en cuanto a las relaciones no siempre fue así. Mi historial de noviazgos no es el más ideal, ni ejemplar… pero desgraciadamente era muy común, era lo que la inmensa mayoría de la gente vive al interior de sus relaciones.
Y tu vas a decir, con justa razón “¿y esto qué tiene que ver con liderazgo?” y ¡bueno!, considerando que tu vida es la empresa más importante que tienes, la verdad es que tiene muchísimo que ver, en algún otro artículo de mi blog te escribí que tu pareja es el socio que te puede llevar al éxito o a la bancarrota (si no lo has leído, da click aquí para leerlo o aquí para ver el video), pero ante todo tenemos que ser brutalmente honestos y preguntarnos, si este puesto es fundamental en la empresa que es nuestra vida, ¿por qué carajos no ponemos atención en nuestra manera de llevar una relación de pareja?
Hace poco leía que tenemos que aprender a elegir mejor a nuestras parejas, pero ¿dónde aprendemos a elegir si nuestros modelos de relaciones fueron nuestros padres (que, te apuesto veinte contra uno, no es una relación muy digna de tomarse como modelo a seguir, ¿o sí?), las telenovelas, las canciones, las películas de Disney en donde es un amor sacrificado, sufrido… romántico?
Esa es la realidad de lo que aprendemos allá afuera sobre cómo debe ser una relación de pareja. Pero no es la UNICA realidad. Es una de tantas. Sin embargo, para poder cambiar realidades, hay que romper cadenas. Las cadenas de todo lo que hemos aprendido desde niños y que damos por sentado como realidad. En mi conferencia titulada “Nacimos para triunfar, nos programaron para fracasar”, comparto que lo que aprendimos de papá y mamá, de nuestra familia ampliada, de nuestros profesores, de los líderes de nuestras respectivas religiones, de los medios de comunicación es tomado como dogma incuestionable porque venían de figuras de autoridad, pero no todo está perdido. Nos podemos REPROGRAMAR. En mi proceso de reconstrucción posterior a mi fondo emocional, tuve que cuestionar muchísimo de lo que había aprendido, tuve que desaprender, tuve que darme el permiso de ser la oveja morada de la familia y hacer las cosas diferentes. Al principio me resistía porque no me daba la oportunidad de ser feliz si las de mi linaje no lo habían sido, pero al romper cadenas yo y hacer las cosas diferente yo, le estaba dando a mi hija el permiso de ella también hacerlo, romper cadenas, ir contra las reglas y ser feliz también (aunque a veces creo que se me pasó la mano con ella, es la más anarquista del planeta).
En fin, el día de hoy, día de mi aniversario, estoy utilizando la metáfora de las relaciones de pareja para contarte que las realidades se pueden cambiar si decides darle chance a una nueva forma de hacer las cosas. Y la estoy usando para contarte que esto aplica en muchos, muchísimos aspectos de nuestras vidas (alguna vez tuve un coacheé que, para disciplinarse y lograr sus objetivos, tuvo que identificar y romper programas y cadenas con relación al tiempo y al trabajo que venían desde niño y que lo ataban tremendamente). Y, sí, también incluye nuestro estilo de liderazgo. Nuestra realidad actual nos dice que la manera “correcta” (y a veces la única) de gestionar a un equipo es a través de la sobre exigencia, malos tratos, constituirnos como el jefe gritón, gruñón, mandón, jodón… en pocas palabras: un jefe tóxico, igual que un novio tóxico, porque es la única forma que conocemos. Pero, parafraseando un poco a Albert Einstein, está cañón que tengamos resultados diferentes si siempre hacemos lo mismo. Así como sí existen las relaciones de pareja donde se ama sabia y sanamente, (y lo sé porque yo vivo en una desde hace 9 años), también existen equipos de trabajo altamente productivos y comprometidos trabajando en un ambiente de armonía y camaradería, o sea, esta onda de la felicidad laboral sí está disponible para ti, no es privativa de Google. Pero para lograrlo, necesitas estar dispuesto a romper cadenas y hacer las cosas diferentes. ¿Te animas?
Mi deseo para ti es que logres identificar y romper esas cadenas que te han impedido lograr los resultados que has buscado (en cualquier ámbito de tu vida), y me encantaría ser yo quien te acompañe en este proceso ¿Te gustaría saber cómo te puedo ayudar? ¡Charlemos! Da click aquí y elige el espacio que más se acomode a tu agenda.
Adriana Alanis es coach, formadora y entrenadora de gerentes recién ascendidos y mandos medios a quienes guía a través de mentorías y capacitación en habilidades de autoliderazgo, gestión de equipos y manejo del tiempo. Autora del libro DE JEFE A LIDER COACH, best seller digital en Amazon, y creadora de la Agenda del Líder Disruptivo. Embajadora de la Fundación Cryndi, profesora universitaria con más de 20 años de servicio y vicepresidenta COPARMEX Hidalgo, Premio Nacional a la Mujer 2020, Galardón Forjadores de México 2021.
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