Originalmente publicado el 30 de julio, 2012, en el blog coachingparatriunfar.wordpress.com
En esta semana estuve escuchando muy atentamente un “seminario compacto” que lleva por título “EL COSTO DEL MIEDO”, de ALEX MÁRQUEZ, motivador y conferencista… me llamó la atención desde el momento en que vi su título. Me pareció muy interesante, porque todos nosotros tenemos por ahí, escondido en algún lugar recóndito de nuestro ser, un miedo, ya sea pequeño, grande, enorme, casi imperceptible… pero que en algún momento no nos permite dar un siguiente paso. Y me fue imposible no recordar todas esas ocasiones en las que el miedo me ha invadido y que me ha dejado petrificada. He tenido miedo a los elevadores, a la oscuridad (sobre todo después de ver una peli de terror), al fracaso, a hablar en público, a no volver a tener una pareja, al rechazo, al ridículo, a que mis seres queridos mueran, al abandono… incluso he temido al éxito.
Según Burro en la película de Shrek, “el miedo es una reacción natural a una situación desconocida… desconocida y peligrosa!”, y Jorge Bucay dice que el miedo es una señal de alarma ya que se evocan situaciones pasadas similares y que no fueron muy agradables y con esto se pretende evitar que se repitan en un futuro. Es por esto que una persona que sufrió un descalabro amoroso muy fuerte, se niega a darse la oportunidad de nuevamente volver a intentar tener una relación amorosa, porque le da miedo (a veces pánico) volver a salir lastimada. O una persona que intentó poner un negocio y que no le funcionó, se niega a volver a intentarlo, porque teme volver a “fracasar”.
Hay dos tipos de miedo: el miedo que te congela, o el miedo que te impulsa. Recordaba una situación en mis épocas de scout hace algunos años (pocos, pocos…), cuando hubo una actividad y teníamos que lanzarnos por la tirolesa, había un chavito, llamémosle Andrés, que cuando fue su turno de pasar, se quedó petrificado arriba, tuvieron que bajarlo cargando porque el pobre realmente sufrió un ataque de pánico. Pero a media tarde, con asombro vimos como Andrés se dirigió al árbol donde estaba instalada la tirolesa, se subió, él solo se aseguró el arnés, y él solo SE AVENTÓ!!! Y volvió a subirse, volvió a asegurarse, y volvió a lanzarse… una y otra vez… Ese mismo día afrontó su miedo y lo superó… ¡¡¡él solo!!!
Jorge Bucay, en su libro “DE LA AUTOESTIMA AL EGOISMO” dice que el antídoto para el miedo es la acción, esto es, lo que hizo Andrés con su miedo a la tirolesa: lo afrontó haciendo justamente eso que tanto temía. En el seminario compacto escuché también de una persona que tenía pánico a ser enterrado vivo y por eso decidió pasar 12 horas en un ataúd cerrado… ¡qué fuerza de voluntad para hacer esto que tanto te da temor! Y justamente esa fuerza de voluntad me hizo el 30 de septiembre del 2010 afrontar uno de mis más grandes temores: manejar en el DF. Pero la verdad fueron más mis ganas de ver a KISS en concierto en el Palacio de los Deportes que mi miedo a manejar en el DF, así que seguí el consejo de mi amiga Angela que me dijo “Adriana, de buena voluntad, súbete a tu coche con tu hija, encomiéndate a Dios y disfruten el concierto”… ¡¡¡ha sido la experiencia más maravillosa!!! ¡Y la pude vivir porque afronté mi miedo! Y al igual que Andrés, he vuelto al DF manejando y por la gracia de Dios nunca ha pasado nada, porque como le escuché muchas veces a Angela: “LOS MIEDOS SON SIMPLES ESPANTAJOS”… ¡y es verdad! ¡¡¡Todo está en la mente!!!
Es importante que sepas identificar tus miedos, tus temores, para después poder hacer algo con ellos. Tú decidirás qué hacer. Cuando tengas miedo por algo, detente y piensa: ¿qué es lo que te hace sentir miedo?, ¿qué te hace pensar que eso que temes, va a pasar?, ¿qué porcentaje de probabilidad existe, siendo brutalmente honestos, de que eso que temes, puede pasar?, ¿cómo puedes minimizar ese porcentaje?, si ya te sucedió en el pasado algo desagradable, ¿qué puedes hacer de diferente en esta ocasión, de tal manera que los resultados sean distintos?, ¿ha habido alguien que lo ha logrado?, si esa persona ya lo logró, ¿qué te hace pensar que tú no lo podrás lograr?
Hay una frase que me gusta mucho, y que dice algo así como “no es valiente aquel que no tiene miedo, valiente es aquel que los enfrenta”… El miedo es una emoción natural del ser humano, no temas: afróntalo y verás lo fuerte que eres si logras vencerlo!!! ¡El coaching te puede ayudar! ¡Da click aqui para que descubras cómo! Tan facil como enviar un whatsapp!
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