Durante estos años en que he tenido oportunidad de ser coach de líderes en diferentes niveles y giros, me he percatado que la gran mayoría tiene prácticamente los mismos errores, y el día de hoy te los voy a compartir, para que los evites a toda costa:
- NO SUPERVISAR: Una cosa es que tu solicites que algo se haga, y otra muy diferente es que asumas que las cosas serán hechas y que no requerirán jamás de los jamases de tu supervisión y acompañamiento. Este punto es en donde más de mis coacheés han tenido conflicto, entonces cómo si puedes supervisar? Si tu le dices a a tu colaborador que vas a darle seguimiento, o supervisión, o van a revisar avances (o como quieras decirle), el miércoles a las 9 de la mañana, esperarás que tu colaborador agende esa fecha y esa hora en específico para reunirse contigo y dar el seguimiento acordado, ¿cierto? Bueno, pues te tengo que decir que el primero que debe de agendar esa fecha y apartarla como un compromiso sagrado, eres tu. Si tu no apareces el día que acordaste, estarás rompiendo algo muy importante que se debe de gestar en tu equipo de trabajo: credibilidad. Si no tienes credibilidad como jefe, entonces qué se puede esperar de ti? Que se puede esperar del equipo? Recuerda que todo debe de empezar por la cabeza, o sea, por ti mismo. Si te quejas de que tus colaboradores no cumplen con lo acordado, te invito a que recuerdes las veces que les has dicho que necesitas algo para mañana y al día siguiente les dices “ah no, lo vemos luego”, y peor! Ese “luego” nunca llega! Empieza por generarte credibilidad, supervisa en tiempo y forma! Una de mis coacheés estaba muerta de miedo porque el director del corporativo donde ella labora, le pidió unos informes y le dijo que los verían cierto día a cierta hora. El director le llamó disculpándose porque el vuelo se había retrasado pero que llegaba a verla una hora más tarde de lo acordado. El director se bajó del avión, fue a ver los reportes con mi coachee, y salió corriendo para tomar otro avión… aún y con su agenda ultra saturadísima se tomó el tiempo e hizo los arreglos necesarios para poder ver a mi coachee. Resultado: todos, TODOS en el corporativo le tienen gran respeto al director, y procuran cumplir con las fechas límite porque SÍ O SÍ, el director da revisión. (si tu quieres aprender a delegar y supervisar de manera efectiva, da clic aqui!)
- NO RECONOCER: Muchos jefes tienen la idea de que un colaborador tiene la OBLIGACION de hacer su trabajo. Sin embargo, está científicamente comprobado que tienes muchísimo más resultados de un equipo con retroalimentación positiva que negativa, incluso que sin ella. Desgraciadamente nos enfocamos siempre en lo negativo, en lo que no fue hecho, en lo que no se generó, en lo que faltó. Eso se marca comúnmente y a veces hasta ya ponemos ojos de huevo cocido (si no conoces la expresión, te invito a que veas la película IntensaMente) cuando el jefe nos está regañando, y obviamente este regaño no nos genera ningún afán de cambio ni de mejora. En cambio, si te enfocas en lo que tu gente SI hace bien, en los pequeños actos heróicos cotidianos, creeme que tu gente se va a esmerar mucho más en hacer eso que tu ya notaste e incluso en mejorar otros aspectos. Reconoce a tu gente. Reconoce sus esfuerzos. Pero que sean reconocimientos genuinos, no zalamerías, porque entonces sale peor el asunto, no te van a pelar, te van a dar el avión y te van a tomar la medida. (¿tienes problemas para comunicarte?, ¿quieres aprender técnicas efectivas de retroalimentación? da clic aqui!)
- NO CONFIAR EN LAS CAPACIDADES DE TU PERSONAL: Muchos muchos de mis coacheés se meten en problemas porque quieren acaparar todas las actividades, y luego no tienen tiempo para hacer lo que realmente necesitan y TIENEN que hacer desde su función. Y la gran mayoría de ellos coincide en que no delegan o no suelltan las actividades porque no creen que su gente sea capaz de hacerlo tan bien como ellos. Pero ¿cómo puedes saber si alguien es capaz o no es capaz de hacer algo? ¡Exacto! ¡Permitiéndole que lo haga! Que te quede claro, quizá no lo haga bien a la primera, ok? Tienes que estar consciente que necesitará práctica, una y otra vez, generarse confianza para que lo vuelva a intentar y cada vez lo haga mejor. Pero si tu le dices “ay no sabes, deja, mejor yo lo hago”, le estas quitando la oportunidad de mejorar, y le estás mermando la confianza en si mismo. Muchas veces el colaborador no se creerá capaz de hacer algo, ¿sabes quién tiene que ser el primero en confían en él? ¡TU! ¡Claro! Si tu confías en él, él empezará a confiar en si mismo… pero si tu no confías en él… Y si tu colaborador realmente no sabe hacer algo que tu necesitas que haga por ti, entonces invierte tiempo en capacitar. ¡Creeme! ¡Será tu tiempo mejor invertido! (aprende a redireccionar a tu equipo de trabajo confiando en tu personal! ¿quieres aprender cómo? da clic aqui!)
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