guardiola¿Te había compartido que me gusta mucho el futbol? Pues si, la verdad es que ¡me encanta! Y si bien es cierto que casi no veo partidos, cuando puedo verlos, los disfruto mucho. Soy muy analítica, me gusta observar la jugada y ver el estilo de los equipos, aunque definitivamente, prefiero un equipo que se vaya al ataque, pues mientras más lejos esté el balón de su portería, menos riesgo de gol representa (ojalá esto lo lean algunos D.T. que parece que no conocen este elemental principio, pero ya me desvié del tema, ¡jajaja!). En fin, este es un blog empresarial, no futbolero. Pero, lejos de lo que puedas pensar, este artículo tiene que ver con tu empresa más de lo que tu crees. Y te voy a explicar:

Muchos empresarios me comparten que sus colaboradores vienen con una situación, un problema o una decisión que deben tomar pero con palabras más o menos asi: “jefe, se suscitó esta situación, ¿qué hago?”, y el jefe “¡ah! Pues hazle asi”, o bien “jefe, hay un problema con esto de acá”, “ah, pues solucionalo asi”, o “jefe, ¿cómo hago esto?”, “ah pues déjamelo, yo lo hago”… y cosas por el estilo que hacen que los colaboradores se deslinden de la responsabilidad de buscar por si mismos la mejor decisión y en cambio SE LA DELEGAN HACIA ARRIBA AL JEFE ¡y ya! ¡Tan tan! Asunto arreglado, el responsable es el jefe, a mi ya no me preguntes; con el evidente impacto en la productividad, tiempo y estrés del jefe. ¿Qué es lo que sucede? Pues que el jefe, o el empresario se llena de situaciones o problemas o decisiones, ¡o incluso tareas! que en la práctica él no debería de hacer, pero que acaba haciendo. Esto puede parecer una solución práctica y rápida (aquel dichito que dice “si quieres estar seguro que las cosas están bien hechas, hazlas tu mismo”), pero… honestamente dime: ¿cuanto tiempo vas a poder soportar este peso sobre tus hombros? ¿cuánto crees que puede crecer tu organización si sigues tú mismo fomentando esta práctica?

En muchos de mis artículos, y en mi libro DE JEFE A LIDER COACH, insisto en la importancia de empoderar al colaborador, de hacerle sentir RESPONSABLE y sobre todo, insisto en el impacto en la autoconfianza y compromiso que esto genera en él. En serio, ¿quieres que tus colaboradores realmente se comprometan con tu empresa? Devuélveles el balón (¡ah! Por fin entramos al futbol). El jugador que tiene el balón es el que tiene la decisión de qué hacer con él, si hacer un pase, regresarlo a su portero, quizá hacer un cambio de juego para abrir cancha, o enfilar a portería y tirar a gol… Pero ¿te has dado cuenta que hay jugadores que de repente están solos frente al portero, se preparan para dar el trallazo… un simple globito y firman una gran anotacion… pero mejor… se la pasan a su compañero, desperdiciando esa grandiosa oportunidad que tenían de anotar y no se, quizá pasar a liguilla?…  Si el D.T. no les ha enseñado a decidir correctamente sobre qué hacer con el balón en estos momentos claves, evidentemente se van a estar desperdiciando oportunidades como la anteriormente descrita en incontables ocasiones. Lo mismo sucede en la organización. Si tu no les enseñas a tus colaboradores a que ellos sean quienes tomen decisiones sobre qué hacer en ciertas circunstancias, entonces tú vas a tener que ser el “resolvedor de problemas” por los siglos de los siglos, y… ok, en una pyme quizá sea funcional… pero ¿en una un poco más grandecita? ¿Tendrás la capacidad?

Pon a prueba durante esta semana esta técnica: si tu colaborador te dice “jefe, se suscitó esta situación, ¿qué hago?”, DEVUELVE EL BALÓN ¡¡¡respondele con una pregunta!!! Preguntale algo asi como “¿qué te gustaría hacer?”, o “¿qué me sugieres que hagamos?”, o cuando te llegue con el “jefe, hay un problema con esto de aca”, devuelvele el balón: “¿cómo lo resolverías tu?”. El punto aquí es hacer que ellos mismos busquen, por si solos, las alternativas y que ellos te generen las respuestas, obvio es tu deber sopesar las nuevas ideas y dar luz verde o luz roja… ¡pero imagínate! ¡Incluso te pueden llegar con rutas alternativas de acción que ni siquiera a ti te habían cruzado por la cabeza! ¿No es eso una gran oportunidad de innovar y ser más competitivos y productivos? Al principio se van a sacar de onda, pero creeme, mientras más confíes en ellos, más y mejores aportaciones te harán, se sentirán más comprometidos y ¡tendrás un incremento en tus resultados!

A través de mis procesos de coaching, he tenido la oportunidad de ayudar a empresarios de diferentes giros y tamaños a que aprendan a hacer esto que te comparto en este post del día de hoy. Han logrado delegar, generar responsabilidad y compromiso en su equipo de trabajo, tener una mejor comunicación, un mejor clima laboral y disminuir su rotación de personal, han aprendido a tener un equilibrio personal y laboral lo que redunda en una mejor calidad de vida y una mayor satisfacción con su trabajo, su familia y con ellos mismos. ¿Quieres tener todo esto tú también? ¡¡¡Trabajemos juntos!!! Da CLICK AQUÍ.