TU NAVIDAD INTERIOR

(en memoria a mi querida Norma Alonso)

Navidad. Época de regalos, y la vacación, y ver a los seres amados… pero también es época de reflexión, de hacer un pequeño alto en el camino y hacer un check list de cómo va nuestra vida. Al menos eso fue lo que aprendí hace algunos años en una de las últimas veces que vi a mi maestra Norma Alonso con vida, en la que tuve la fortuna de escuchar una charla en la que nos compartía una manera diferente de prepararnos para la navidad, a través de una analogía con los nacimientos que tradicionalmente adornan nuestras casas en estas fechas. Simplemente me encantó lo que nos contó aquella ocasión. Me hizo cambiar mis perspectivas de estas fechas y darle un significado mucho más profundo, más personal. Y sucedió que mi maestra Norma trascendió. Y a manera de homenaje a su vida y su legado, me permito compartir contigo lo que ella nos compartió en su momento, para que puedas vivir TU NAVIDAD INTERIOR. Sin credos. Sin corrientes religiosas. Simplemente una perspectiva diferente, profundamente interna y personal.

Navidad es la conmemoración del nacimiento de Cristo, pero Cristo no nacerá en Belem si no nace primero en tu corazón. Cuando Cristo nace en tu corazón, ¡¡¡TU MISMO renaces a una nueva vida!!! Renacer es auto-actualizarte, renovar las creencias que tienes sobre ti mismo, el rediseño de un nuevo hombre, de una nueva mujer… ¡¡¡una reingeniería de vida!!!

Navidad es el renacimiento de la luz. Cristo es luz.  Cristo es nivel de conciencia. Cristo viene de cristal=luz. Por lo tanto, la Navidad es la época para que nazca luz en tu corazón, todo está puesto para que tu corazón se llene de luz, de la luz de la conciencia. Solo falta que tú quieras recibir esta luz en tu corazón. ¿Cómo te preparas?

Según las escrituras, María dijo “Hágase en mí según tu palabra”, esto significa una aceptación, una rendición total y un profundo amor. FE. Un amor tal que te hace darte a los demás sin pensar en qué es lo que vas a recibir a cambio. Cuando haces las cosas con amor no te pesan. Si te pesan, entonces no lo estás haciendo con amor. Y es un SI desde el fondo del alma, ¡un SI como el que dio María! No es un “bueno sí, pero ¿qué me vas a dar a cambio? Si, pero ¿qué voy a ganar yo?”¿Cómo te das a ti mismo a los demás? ¿Cómo está tu María interior? ¿Cómo está tu aceptación, tu rendición, tu amor?, si hicieras hoy un balance de todo esto en tu vida, con relación a ti mismo, a tu familia, a tu trabajo, ¿qué saldo obtendrías? ¿Qué cambios tienes que hacer en tu María interior para que tu vida sea diferente a partir de hoy? 

José personifica la humildad, el hacerme a un lado para que pase la luz, para que la luz verdadera brille. Luego entonces, si buscas alimentar a tu José interior, deberás dejar de buscar el protagonismo, deja de hablar, deja de querer acaparar la atención, deja esas conversaciones tan llenas de “ME”, “MI”, “YO”… por un momento escucha a los demás, ellos también tienen algo que decirte. Menos palabras y más escucha. Pero escucha con el corazón, escucha sin juzgar, escucha sin opinar, escucha sin solucionar la vida de los demás. Escucha. Simplemente. ¿Cómo está tu José interior? ¿Cómo está tu humildad? ¿Has escuchado a tu pareja, a tus hijos, a tus compañeros? Ellos también tienen algo que decir. Abraza a tu José interior, y hoy decide escuchar.

En los nacimientos siempre hay una vaca y un burro echados a los pies del Niño, ¿esto qué significa en tu Navidad Interior? Representan tus instintos DOMINADOS al servicio de la Luz. En otras palabras, quien domina sus instintos, tiene ganada la más cruel de las batallas: la batalla contra sí mismo. Tu peor enemigo está situado justo en medio de tus orejas, y ese es al que hay que dominar y vencer. Alguna vez leí que cualquiera puede ir todos los días al gimnasio y entrenar una hora al día, pero no cualquiera es capaz de controlar lo que pone en su plato las 23 horas restantes. Y eso es vencerse a sí mismo ¿Cómo andan tus instintos? ¿Están dominados?, ese temperamento tuyo, ese enojo, ese apetito feroz, tu flojera, tu ojo alegre, ¿tu controlas o eres controlado?, muchas personas dicen “así soy”, pero te tengo una muy muy mala noticia: hemos sido mandados a este mundo a ser mejores, a buscar nuestro crecimiento, nuestra mejor versión, así que sí, es 100% posible dominar a tu vaca y a tu burro, a tus instintos, siempre y cuando, tu así lo quieras. ¿qué cambios debes hacer, qué decisiones debes tomar, a qué debes comprometerte para dominar tus instintos?

En tu Navidad interior las ovejas representan todos y cada uno de los pensamientos que vagan por tu mente, y que a veces brincan de un lado a otro sin control. Sobre todo, en este eterno diálogo interior, esta conversación contigo mismo y que es, por lo regular, para autocriticarte o para auto juzgarte. No tienes una idea de cuánta gente deja de hacer cosas, o ir por sus sueños, simplemente por escuchar de más a esa voz interior. ¿Qué tanto te dice tu voz interior a lo largo del día? ¿cuántos borreguitos andan por ahí brincoteando y haciendo travesuras en tu mente? ¡Pero te tengo una excelente noticia! Esos borreguitos siempre pueden ser cuidados y controlados por el pastor. El pastor es el representante del cuidado que debes de tener de tus pensamientos y creencias con respecto a ti mismo. Tu pastor es un observador centrado en su lugar que sólo ve pasar los pensamientos, pero no es controlado por ellos. ¿Qué te controla más, tus ovejas o tu pastor? ¿qué puedes hacer para controlar un poco más a tus ovejas?, ¿cómo puedes poner más atención en tu pastor y menos en tus ovejas? ¿qué diálogo interior debes empezar a modificar?

Si recuerdas las Escrituras, los reyes magos le llevaron regalos al Niño: oro, incienso y mirra. La mirra es un aceite muy valioso que sale de la corteza de un árbol, si tu comieras las hojas de este árbol, te darías cuenta que son ¡¡¡extremadamente amargas!!! bueno, pues poniendo este punto en antecedente, te comparto lo que significan los regalos en este re-nacimiento interior: que tus amarguras te transformen en oro para que te eleves como el incienso. Quizá en un matrimonio que fracasó, o en un emprendimiento que no tuvo los resultados que planeaste o proyectaste. Tienes de dos sopas: o decir “renuncio, esto del emprendimiento no es para mi”, o bien, decir “¡ok! Esto no salió como yo esperaba, ¿qué hice mal y cómo lo puedo mejorar en mi próximo intento?” Si tomas la primera opción, tus fracasos siempre serán amargos para ti, te quedarás solo con la mirra… pero si decides transformar esas experiencias, ese conocimiento es oro molido y entonces, tendrás un crecimiento espiritual ¡tremendo! O sea, ¡te elevarás como el incienso! ¡Aprende de tus fracasos! ¡Aprende de tus errores! Sal de esas broncas cotidianas más fortalecido, con un crecimiento mental y espiritual, que te permita ser una mejor persona… ¿qué es lo que hiciste que consideras un error o un fracaso?, ¿qué aprendes de ese hecho?, ¿qué puedes hacer diferente, o incluso mejor, la próxima vez?

El ángel del nacimiento es el portador de la buena noticia del nacimiento de la Luz. Por cada mala noticia, nos toca la tarea de esparcir una buena noticia, por cada mala acción que sucede en el planeta, nos toca hacer una buena acción, por mínima que sea. O sea, que ¡nosotros estamos llamados a ser ángeles, a ser portadores de buenas nuevas! El lenguaje genera realidad, genera ser. Si te la pasas compartiendo chismes y malas noticias en tu muro de feis, o comentando lo mal que está la situación y cosas por el estilo, ¿qué crees? Esa es la realidad que te generas. Deja de quejarte, deja de criticar, deja de juzgar, deja de hablar mal de los demás, y, por el contrario, ponte la misión de compartir solo cosas positivas, solamente buenas noticias, agradecimiento, amor, ¡eleva tu energía y la de los tuyos con tu buena vibra! genera otra realidad para ti y para los que te rodean. ¡Conviértete en un ángel portador de buenas nuevas!

La estrella es la que guía a los reyes magos hasta donde está el Niño Jesús recién nacido. Y en tu Navidad Interior, la estrella de tu conciencia te guía hacia La Luz. Permítete ser guiado o guiada por esa estrella que te lleva por el camino del bien hacia La Luz que representa Jesús. ¿Cómo lo harás?, ¿qué puedes hacer diferente a partir de ahora para poder permitir a la Estrella que guíe tu camino hacia la luz? ¿Qué tienes que cambiar en ti, en tus hábitos, para ser guiado o guiada hacia la luz?

Tradicionalmente ponemos una casita de madera, la que se conoce como PESEBRE, pero la realidad es que Jesús nació en una cueva. La cueva en tu Navidad Interior representa la costra del ego, donde había oscuridad y dio luz, tanta que llegaron los reyes. Jesús nació pobre, pero pobreza no significa carencia. Significa DESAPEGO, rendición, soltar. Dice TU NAVIDAD INTERIOR que donde hay apego hay sufrimiento. Hemos pegado nuestra espiritualidad a la materia, y justo por eso estas fiestas se han convertido en días de regalar, mientras más regales, mientras mejores sean tus regalos, ¡mucho mejor! Pero nos estamos olvidando de la verdadera esencia, que es la esencia del amor. Por eso hoy, en vísperas de la llegada de la Luz, pídele que te ponga donde puedas servirle más y mejor, pídele la capacidad de soltar y de desapegarte, desapégate de esa costra de ego, de oscuridad, de sufrimiento, y ábrete a la luz de la alegría y el gozo. Permite entrar en la cueva de tu corazón a la luz, y vive feliz simplemente por serlo, no por tener.

Estamos por conmemorar la llegada de Jesucristo, ese que dividió la historia en un antes y un después de El, ese que nos dejó un solo mandamiento: amense los unos a los otros como yo los he amado. El es la Luz, Él quiere entrar en tu corazón y transformar tu vida, y que la navidad no sea solo regalos, cena y baile, sino renovación, reencuentro contigo y con El, ¡una reingeniera de tu vida! Cuando estés celebrando con tu familia la Navidad, recibe en tu corazón a la Luz, y pregúntate: ¿cómo está mi María interior? ¿Cómo está mi humildad, mi José?, ¿cómo puedo dominar a mi vaca y a mi burro?, ¿de qué manera puedo convertirme en un pastor de mis pensamientos?, ¿cómo hacer que mi estrella de conciencia brille más?, ¿cómo hacer magia en mi vida?, ¿qué tengo que hacer para convertir mis amarguras en oro y elevarme como el incienso?, ¿a qué debo renunciar para hacerme un ángel portador de buenas nuevas?, ¿cómo salir de la cueva de mi ego? ¿a qué renunciar para contribuir a lograr los sueños más profundos de mi corazón?

Infinitas gracias por permitirme compartir este legado de TU NAVIDAD INTERIOR, de mi maestra Norma Alonso. Deseo que Jesús, que está por nacer, se quede para siempre en tu corazón, y que compartas de Su luz con tus seres más amados. ¡¡¡Feliz Navidad!!!

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