¿SER FELIZ EN EL TRABAJO O SER PRODUCTIVO? HE AHÍ EL DILEMA

“Aquí se viene a trabajar, no a hacer amigos”

“No soy buena onda con mis colaboradores porque me agarran la pata”

“Es que ahora la gente no quiere trabajar”

“Si se me ocurre ser más cercano, se me suben a las barbas”

¿Has escuchado alguna de estas frases? O peor aún, ¿las has dicho tú alguna vez?

Desde los tiempos inmemoriales se ha visto el trabajo como un castigo. Incluso en la Biblia lo dice, desde la creación del primer hombre y la primera mujer. En el libro del Génesis se puede leer que Dios le dice a Adán “ganarás el pan con el sudor de tu frente”, o sea… ¡lo castigó con el trabajo!

Mi papá solía decir “el trabajo es tan feo, tan feo pero tan feo que ¡hasta pagan por hacerlo!”, y yo crecí con la idea de que el trabajo era feo. Que te pagaban por hacer el trabajo porque era muy feo.

Pero a lo largo de mi vida “godín”, me tocó la bendición de entrar a trabajar a lugares maravillosos, donde los jefes eran personas humanas, conectadas, ¡hasta divertidas! En mi primer trabajo me pusieron “pequeña Adri” que ahora es mi nickname en Facebook (era la mas chavita de la planta, tenía como 17 añitos). En otro trabajo mi jefe me apoyó durante toda una semana para hacer un trabajo final de mi escuela (literal… ¡¡¡hasta puso a los de contabilidad a sacar las corridas financieras!!!).

Obviamente no todo ha sido miel sobre hojuelas, he tenido jefes que han sido nefastos, afortunadamente los menos. Pero esos jefes me dejaron, en el cortisimo tiempo que tuve que trabajar con ellos, profundas heridas emocionales que tuve que tratar en muchas sesiones con mi psicólogo. Y ahí me di cuenta que no es justo que se tenga que padecer el trabajo. No es justo que al trabajo se vaya a sufrir. No es justo que tengas que pasar tanto tiempo en un lugar que te genera angustia, tristeza, estrés, ansiedad, cardiopatías, diabetes… hasta la muerte.

Es por eso que a lo largo de todos esos años trabajando en diferentes industrias y con personas de todo tipo, y ahora con más de 15 años trabajando con empresarios y desarrollando líderes, me he me he puesto como misión de vida lograr que la gente sea feliz trabajando. Y si la felicidad es un detonante de la productividad, ¡pues mucho mejor!

Y para muestra, un botón: Estoy tomando un curso llamado “Be Extraordinary” y el individuo que lo imparte, nada menos que Vishen Lakhiani, el fundador de Mindvalley, da unas estadísticas muy interesantes, donde dice que hay estudios que demuestran que la felicidad está directamente relacionada con la productividad

  1. Médicos felices tienen 19% mejores diagnósticos: A diferentes médicos se les detonó la felicidad, simplemente dándoles una paletita de caramelo antes de entrar a sus consultas, y eso hizo que tuvieran diagnósticos más acertados.
  2. Vendedores optimistas cierran 55% más ventas: Hay una grandísima diferencia entre los vendedores optimistas y los vendedores pesimistas. Así que si tú te dedicas a las ventas, empieza a ver esta onda de la felicidad como una manera de hacer más dinero.
  3. Los colaboradores se comprometen 7 veces más si tienen un mejor amigo en el trabajo: ¿En serio sigues diciendo que a tu empresa van a trabajar y no a hacer amigos? Por tu rentabilidad, más vale que vayas cambiando la perspectiva y generes las condiciones para que se hagan amigos en la empresa.

No es algo novedoso, sin embargo, definitivamente es algo que se detonó a partir de la pandemia. Los colaboradores cambiaron. Las personas ya no son las mismas. Pero el estilo de liderazgo hace un esfuerzo sobrehumano para seguir manteniendo sus mismas acciones, que, dicho sea de paso, ya no están funcionando, pero no se deciden a dar un golpe de timón y de una vez por todas, soltarlas. Renovarse o morir.

En algún otro artículo hablaba de los duelos de un empresario, y esto, sin duda, es un duelo, el duelo de soltar una forma de trabajar, de hacer, incluso de SER, y modificarlo por algo nuevo, algo que nunca hemos puesto en práctica, algo que, de ser desconocido, es aterrador (como dijera Burro de Shrek). Pero todo es mucho más fácil si se hace con estrategia, si se hace en un ambiente seguro y contenido, si se hace con mucho conocimiento. Al principio no estarás muy convencido, pero, créeme, los resultados valdrán todo el esfuerzo, el desaprendizaje y tu propia transformación. Finalmente, pasamos tanto tiempo en el trabajo que, ¿porqué no? Al menos que ¡nos la pasemos divertido!

Tengo 5 espacios para sesiones de diagnóstico totalmente gratuitas, en las que te acompañaré a generar un plan de transformación para ti y para tu equipo para detonar la productividad a través de la felicidad. Da click aquí y reserva tu espacio.

Adriana Alanis es coach, formadora, entrenadora y mentora de empresarios, gerentes recién ascendidos y mandos medios con más de 15 años de experiencia. Creadora de la Metodología 3L: Liderazgo de tu Vida, Liderazgo de tu Equipo y Liderazgo de tu Productividad. Autora de los libros DE JEFE A LIDER COACH y LOS TRES LIDERAZGOS DEL GERENTE EXTRAORDINARIO, creadora de la Agenda del Líder Disruptivo y del programa MUJER LIBRE Y GRAN-DIOSA. Profesora universitaria con más de 20 años de servicio y vicepresidenta COPARMEX Hidalgo, Premio Nacional a la Mujer 2020 y Galardón Forjadores de México 2021. www.adrianaalanis.com

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